En 2018, la legislación argentina en materia de Propiedad Intelectual incorporó la caducidad parcial de marcas a través de la Ley 27.444. Se trata de una medida que comenzó a aplicarse en junio de 2023.
Este mecanismo permite que una marca registrada pueda caducar solo en relación con ciertos productos o servicios si no ha sido utilizada en los últimos cinco años. Tiene como objetivo equilibrar los derechos marcarios, evitando bloqueos innecesarios y fomentando un mercado más dinámico y competitivo.
En este artículo, explicaremos cómo funciona la caducidad parcial de marcas, qué requisitos se deben cumplir y su impacto en el sistema marcario. Realizamos un análisis sobre un caso emblemático de la marca VINTAGE, que demuestra su aplicación e importancia en el sistema de registro de marcas argentino.
¿Qué es la caducidad parcial de marcas?
Antes de la reforma de 2018, la caducidad de una marca en Argentina solo se aplicaba de manera total. Es decir, si una marca no se usaba, el registro podía ser anulado en su totalidad. Hoy, la caducidad parcial permite que una marca pierda protección solo en los productos o servicios en los que no ha sido utilizada.
Esto hace que, el dueño de una marca ya no pueda registrar una gran cantidad de productos o servicios dentro de una misma clase sin utilizarlos, bloqueando el acceso de nuevos competidores al mercado. Este cambio tiene un propósito claro: evitar marcas de defensa, aquellas registradas con el único fin de evitar que otros las usen, sin intención real de utilizarlas comercialmente.
Es decir, la nueva normativa estableció que ya no se pueden solicitar marcas para “toda la clase” y que el registro de más de 20 productos o servicios dentro de una misma categoría implica el pago de tasas adicionales. Estas medidas buscan evitar que las marcas sean utilizadas como una barrera artificial de entrada para nuevos competidores.
Procedimiento para solicitud de «Declaración de caducidad parcial de marca»
La solicitud de caducidad parcial es procedente cuando el solicitante demuestra la afectación de un derecho subjetivo. Esto ocurre, por ejemplo, cuando una marca no utilizada impide u obstaculiza el registro de una nueva marca por parte del solicitante.
Por eso, el INPI puede iniciar la caducidad de oficio si se cumplen conjuntamente las siguientes condiciones:
1. La marca registrada debe encontrarse en la condición “sin uso”, en los cinco años previos, ininterrumpidamente, a la solicitud parcial de caducidad.
2. El titular no presentó la Declaración Jurada de Uso de Medio Término (DJUMT) establecida en el Artículo 26 de la Ley de Marcas.
3. La marca no es considerada notoria según los términos del Convenio de París y ADPIC. (Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio)
4. Que quien solicite la caducidad tenga un interés legítimo, es decir, que su derecho subjetivo se vea afectado por la existencia de la marca. El INPI exige al solicitante de la caducidad que demuestre que la marca en cuestión ha obstaculizado su propia solicitud de marca o ha generado confusión en el mercado.
5. El titular no posee una marca idéntica registrada en una clase relacionada; o, si la posee, tampoco presentó la DJUMT correspondiente.
Es importante mencionar que la caducidad parcial no procede si se demuestra que una causa de fuerza mayor impidió el uso de la marca para determinados productos o servicios. Además, si la marca ha sido utilizada en productos o servicios afines, aunque estén en otras clases, la caducidad parcial podría no aplicarse.
Casos recientes: VANTAGE y la importancia del uso real de la marca
Uno de los primeros fallos sobre caducidad parcial en Argentina es el caso VANTAGE. En el cual se declaró la caducidad parcial de una marca registrada para servicios de consultoría y asesoramiento en negocios relacionados con la agricultura.
El motivo fue que el titular de la marca no la utilizaba en el rubro agrícola, sino que la aplicaba únicamente a una cadena de farmacias. Como el dueño de la marca no presentó pruebas de uso en el sector agrícola, el INPI resolvió la caducidad parcial y permitió que un nuevo solicitante pudiera registrar “VANTAGE” para asesoramiento en el sector agroindustrial.
Es importante destacar que, a partir de la reforma de 2018, la carga de la prueba recae sobre el titular de la marca, quien debe demostrar que realmente ha hecho uso del signo en los últimos cinco años. Antes, un registro se podía defender con la simple prueba de cualquier uso, sin importar para qué productos o servicios. Hoy, gracias a la modificación del artículo 26 de la Ley 22.362, este criterio se ha vuelto más exigente.
Este caso ilustra un principio clave: las marcas deben ser utilizadas para los productos o servicios con los que fueron registradas, o corren el riesgo de perder protección en esos segmentos.
Conclusión: una medida que busca mayor equidad en el mercado
La caducidad parcial de marcas en Argentina es una herramienta que promueve la competencia leal y evita el abuso del sistema de registro. Las empresas deben asegurarse de que sus marcas sean utilizadas de manera efectiva para no perder derechos sobre ellas.
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