Adidas continúa insistiendo por sus tres líneas, pero los jueces se resisten a darle el monopolio sobre los dibujos sencillos. El logotipo de las tres rayas de Adidas es uno de los íconos más reconocidos en el mundo. No solo deportivo, sino de la moda.
A simple vista, puede parecernos una combinación sencilla, pero detrás de este diseño encontramos una historia de batallas legales y disputas por la propiedad intelectual.
Una de las últimas polémicas que enfrenta a la marca Adidas con otras marcas, expone la importancia de tener una marca registrada y de entender las regulaciones de los derechos de PI, que varían según cada país.
El valor de un logo: algo más que un diseño para Adidas
La identidad visual de una marca no es solo un dibujo. El logotipo es un elemento gráfico que se traduce en la imagen corporativa de cualquier empresa. Debemos poner energía y atención en diseñar un logotipo que presente las características que deseamos y que se adecuen a lo permitido.
Las tres líneas de Adidas son el distintivo inconfundible de la marca desde sus inicios. Sin embargo, la simplicidad del diseño no evitó que la firma alemana se enfrente a una serie de disputas legales a lo largo de los años para protegerlo de miles de imitaciones.
En muchas situaciones, Adidas tuvo que defender su logotipo en diferentes jurisdicciones y continentes. Se enfrentó a empresas (y seguro seguirá haciéndolo) que, según Adidas, intentaban aprovecharse de la popularidad de su símbolo. Una práctica “engañosa”. Pero entonces, ¿qué tan fácil es proteger un diseño tan minimalista en todo el mundo?
Las marcas registradas: una protección que varía según el territorio
Registrar una marca es un trámite sencillo. Sencillo, siempre que se cumplan cada unos de los requisitos específicos que varían según el lugar donde se realice el registro. INPI es la entidad que regula esta actividad en argentina.
Esto es crucial para comprender la situación de Adidas. Mientras que en algunos países la legislación permite registros de logotipos simples, en otros puede resultar más difícil, especialmente si el diseño es considerado genérico o poco distintivo.
Por ejemplo, en la Unión Europea, donde Adidas ha librado varias batallas legales, los tribunales han tenido que evaluar si las tres rayas cumplen con los requisitos de distintividad para ser consideradas una marca registrada.
En territorio estadounidense, la empresa alemana enfrentó desafíos similares. Y es que, a pesar de su amplia trayectoria, la simplicidad del diseño puede ser un obstáculo para lograr una protección robusta y duradera.
La batalla de Adidas continua: ¿hasta dónde llegan los derechos de una marca?
En medio de estas disputas, surge una pregunta fundamental: ¿hasta dónde debe llegar la protección de una marca?
Por un lado, las empresas buscan proteger sus diseños para evitar que competidores se beneficien de su reputación. Por otro lado, los tribunales deben decidir si un diseño como el de las tres rayas de Adidas es lo suficientemente distintivo como para que corresponder esa protección.
Para marcas que están iniciando, entender la importancia de un registro de marca sólido puede ser la diferencia entre proteger su identidad o enfrentarse a problemas legales en el futuro.
Sin embargo, este proceso debe realizarse de manera estratégica, considerando las diferencias legales de cada territorio, y asegurándose de que la marca cumpla con los requisitos de cada jurisdicción. La asesoría de profesionales de la propiedad intelectual para llevar a cabo una marca, resulta una llave maestra.
¿Estás protegiendo tu marca adecuadamente?
El caso de Adidas es un ejemplo de cómo incluso las marcas más consolidadas a nivel mundial, enfrentan retos para proteger su identidad.
Pero, ¿qué significa esto para emprendedores y pequeñas empresas que buscan hacer lo mismo? La situación de Adidas nos invita a reflexionar: ¿estamos haciendo lo suficiente para proteger nuestros propios activos de marca? ¿Estamos preparados para enfrentar los desafíos legales que puedan surgir en el futuro?
Registrar una marca es más que un trámite burocrático. Es una inversión en la protección de la identidad de una firma. Y si algo nos enseña la lucha de Adidas por sus tres rayas, es que la batalla por una marca registrada puede ser tan larga y complicada como la historia misma de la marca.