Estilo Ghibli: ¿es legal este juego digital?

El estilo Ghibli es una de las estéticas más reconocidas en la animación mundial e inspiración para la era digital en estas últimas semanas. Una actualización de ChatGPT y herramientas de IA permite a los usuarios generar imágenes y fotografías que imitan dar este característico estilo visual.

Pero como hubo admiración, también produjo preocupación. Se abrió un fuerte debate sobre la legalidad y el impacto en la propiedad intelectual, los derechos de autor y los derechos de imagen. 

¿Hasta qué punto la IA puede replicar una estética o diseño, sin incumplir la ley? ¿Los usuarios están cediendo derechos sobre sus propias imágenes al usar esta herramienta? En este artículo analizamos las implicancias legales de esta tendencia.

¿Qué es el Estilo Ghibli y por qué es furor?

El estilo Ghibli es un sello distintivo del estudio japonés fundado en 1985 por Hayao Miyazaki, Isao Takahata y Toshio Suzuki. Este formato se caracteriza por fondos detallados, colores vibrantes, personajes expresivos humanizados y una animación fluida con fuerte carga emocional.

Es un estilo que no solo representa una estética visual, sino una identidad creativa protegida por múltiples capas de propiedad intelectual. Aunque no existe una protección legal directa sobre un “estilo” en sí mismo, los elementos particulares como personajes, fondos, diseño de escenarios, y hasta música, están amparados por derechos de autor. 

La imitación automatizada que logra la IA sin reproducir imágenes exactas desafía estas barreras jurídicas, situando esta práctica en una zona gris legal.

Impacto de la IA y la transformación de imágenes en la Propiedad Intelectual

  • Entrenamiento de modelos con obras protegidas: si el modelo fue entrenado con obras de Studio Ghibli sin autorización, se estaría infringiendo la ley de derechos de autor, al realizar un uso no autorizado de material protegido para crear una obra derivada.

  • Derechos de imagen de los usuarios: muchas plataformas no aclaran, en detalle, qué sucede con las imágenes subidas.
    Sabemos si ¿se terminan eliminando, almacenando en algún lugar, se utilizan para seguir entrenando modelos? Si no hay consentimiento explícito, puede haber vulneración del derecho a la privacidad y al uso no autorizado de la imagen personal.
  • Riesgo para los creadores humanos: el hecho de que una inteligencia artificial pueda imitar estilos específicos con facilidad, pone en juego el trabajo de artistas e ilustradores. Son bloques que ven cómo sus recursos expresivos pueden ser replicados por sistemas que no están sujetos a las mismas reglas éticas ni legales que la de ellos.

  • Impacto ambiental: sobre el consumo energético y de recursos naturales que implica la operación masiva de estas tecnologías, como el uso de agua en los centros de datos. 

¿Es legal transformar imágenes con IA al estilo Ghibli?

Responder esta pregunta requiere analizar distintas áreas del derecho:

  1. Derechos de autor y entrenamientos de IA: la ley de propiedad intelectual en la mayoría de los países protege obras originales desde su creación, sin necesidad de registro. Si el sistema de IA fue entrenado con obras de Studio Ghibli sin una licencia, podría considerarse una infracción indirecta. Incluso si no reproduce obras completas, sino solo su estilo.

  2. Derechos de imagen y privacidad: las fotos que los usuarios suben pueden quedar almacenadas en los servidores de estas plataformas. Si no hay claridad en los términos y condiciones, el uso de estas imágenes para futuros entrenamientos o su explotación comercial podría vulnerar el derecho a la imagen y la privacidad.
    En Argentina, el artículo 31 de la Ley 11.723 protege la imagen de las personas y prohíbe su reproducción sin consentimiento.

  3. Marcas y confusión comercial: aunque no se usen logos ni nombres registrados, replicar un estilo tan específico puede inducir a confusión o generar una asociación indebida con Studio Ghibli. Esto podría activar reclamos por uso no autorizado de identidad visual o por competencia desleal.

  4. Falta de legislación específica: actualmente no hay una ley que regule de manera completa la creación de contenido por inteligencia artificial.
    Sin embargo, las normativas de propiedad intelectual, protección de datos personales y derechos de autor ya ofrecen ciertos mecanismos para encuadrar y limitar estas prácticas.

Conclusión

La generación de imágenes con IA al estilo Ghibli representa una fascinante evolución tecnológica, pero siempre hay que atender los aspectos legales. Desde el entrenamiento de modelos con obras protegidas, hasta la exposición de datos personales, esta práctica toca múltiples áreas sensibles del derecho.

Es crucial que los usuarios estén informados antes de compartir sus fotos a plataformas IA, comprendan los riesgos y revises políticas de privacidad. El furor del estilo Ghibli pone sobre la mesa la necesidad de legislar, de manera urgente, sobre los derechos en la era de la inteligencia artificial.

Mientras tanto, la responsabilidad recae tanto en los desarrolladores de estas herramientas, como sobre los usuarios que hacen uso. Utilizar la creatividad humana como insumo para máquinas inteligentes no puede continuar libremente, sin tener reglas claras. Ya que sabemos que en la propiedad intelectual, la creatividad merece protección.