En esta guía te contamos todo lo que necesitas saber para franquiciar con seguridad: qué exige la ley argentina, por qué es clave trabajar con una marca registrada, cómo organizar know-how y qué puntos no pueden faltar en un contrato de franquicia.
Convertir tu negocio en una franquicia te permite expandirte sin tener que abrir cada nueva unidad de negocio, vos mismo. Es una forma de multiplicarte, llegar a más gente y potenciar tu marca, sin perder el control de lo que construiste.
Ser franquiciado es una oportunidad de emprender con el respaldo de una marca consolidada, combinando independencia con un modelo de negocio probado que maximiza tus oportunidades de éxito.
Ahora bien, franquiciar en Argentina no es simplemente “prestar tu nombre” o “utilizar un nombre conocido”. Hay requisitos legales, estrategias comerciales y muchos detalles que se deben tener en cuenta para hacerlo bien, sin correr riesgos innecesarios.
Es un formato “win-win”, en español, “ganar-ganar”. Ya que se trata de un acuerdo de negocios enmarcado en la colaboración empresaria, donde cada uno aporta su parte al éxito del emprendimiento.
Si querés que tu franquicia crezca fuerte y con respaldo legal, este artículo es para vos.
¿Qué es una franquicia según la ley argentina?
Dentro del Código Civil y Comercial de la Nación, el artículo 1512, define el contrato de franquicia estableciendo que:
“Hay franquicia comercial cuando una parte, denominada franquiciante, otorga a otra, llamada franquiciado, el derecho a utilizar un sistema probado, destinado a comercializar determinados bienes o servicios bajo el nombre comercial, emblema o marca del franquiciante, quien provee un conjunto de conocimientos técnicos y la prestación continua de asistencia técnica o comercial, contra una prestación directa o indirecta del franquiciado.”
Requisitos que necesita la marca «franquicia»
Los 3 requisitos indispensables para crear una franquicia son:
1. Marca registrada
Se debe contar con una marca registrada en el INPI. No se puede licenciar lo que legalmente no está protegido. Por lo que, una franquicia sin marca registrada no tiene respaldo legal.
El franquiciante deberá tener su Título de Marca otorgado por el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI). No es suficiente que esté solicitado, debe estar otorgado.
2. Know-how documentado
Manuales con conocimientos técnicos, comerciales y operativos. En lo cuales se transmita:
- Cómo se gestiona el negocio
- Estándares de calidad
- Atención al cliente
- Imagen y manual de marca
- Protocolo de operaciones
El know-how debe ser parte de un sistema de marca probado, útil, transmisible y protegido por cláusulas de confidencialidad.
Se sugieren capacitaciones previas, con documentación y respaldo técnico. No alcanza sólo con capacitación verbal.
3. Modelo de negocio probado
La ley exige que el sistema esté previamente implementado y con resultados comprobables. No es válido franquiciar una idea, sino que debe ser un negocio real y funcional.
Obligaciones legales del franquiciante «dueño de la marca»
Quien ofrece una franquicia, asume una serie de responsabilidades legales:
- Capacitación inicial sobre el negocio.
- Transmitir conocimientos técnicos –know-how-.
- Entregar un manual de operaciones al franquiciado.
- Soporte técnico y comercial durante toda la relación contractual.
- Proveer información económica previa, con al menos dos años de evolución de unidades similares.
- Asegurar el abastecimiento, si el modelo lo requiere.
Además, el contrato mínimo debe ser de cuatro años, salvo excepciones específicas.
Ofrecer una franquicia sin contar con una marca registrada implica un riesgo legal alto y puede generar nulidad de contratos.
Estos elementos son los que el franquiciante debe proporcionar para garantizar el correcto funcionamiento de la franquicia durante la vigencia del contrato. Si no se entregan, la franquicia puede no cumplir con los requisitos legales básicos.
Obligaciones legales del franquiciado «representa a la marca»
El franquiciado es responsable de desarrollar la actividad comercial y proporcionar información sobre la misma al franquiciante. Debe abstenerse de realizar actividades que dañen la imagen de la marca y/o dificulten la realización de inspecciones.
La confidencialidad es un punto clave, asociado al compromiso de protección de derechos de la marca que se representa. Toda la información confidencial no puede terminar en manos de terceros ajenos, al franquiciado o franquiciante.
Por lo que el franquiciado debe:
- Cumplir con directrices del manual operaciones.
- Facilitar información sobre el desarrollo del negocio y permitir inspecciones.
- No afectar o dañar la imagen de la marca, ni el prestigio de la marca licenciada.
- Mantener la confidencialidad sobre el know-how.
- Pagar cánones acordados.
Importante aclarar que el franquiciado no es empleado del franquiciante.
¿Qué debe contener un contrato de franquicia?
Convertir una marca en franquicia puede ser muy potenciador. Pero, para hacerlo de manera segura, se debe confeccionar un contrato claro, específico y adaptado al modelo de negocio. Asesorados con profesionales de la propiedad intelectual.
El contrato debe celebrarse por escrito y atender los siguientes aspectos:
- Territorio asignado: con o sin exclusividad.
- Duración de contrato: no puede ser menor a 4 años.
- Obligaciones económicas: canon inicial, regalías mensuales, costos operativos.
- Cláusulas de confidencialidad y propiedad intelectual.
- Descripción del know-how y de los manuales que se entregan.
- Penalidades por incumplimiento.
- Asistencia técnica que se compromete a brindar el franquiciante.
- Incluir cláusulas de indemnización, para protegerse en caso de que el franquiciado enfrente reclamos legales.
- Registrar el contrato en INPI para tener mayor respaldo formal y legal.
Las franquicias son exclusivas para ambas partes. El franquiciante no puede autorizar otra unidad de franquicia en el mismo territorio, excepto con el consentimiento del franquiciado.
El franquiciado debe desempeñarse en los locales indicados, dentro del territorio concedido o, en su defecto, en su zona de influencia, y no puede operar por sí, o por interposita persona, unidades de franquicia o actividades que sean competitivas. Las partes pueden limitar o excluir la exclusividad.
Más información relevante de un contrato de franquicia
¿Se puede abrir una franquicia sin que la marca esté registrada?
No. La ley es clara: para ceder el uso de una marca, esta debe estar registrada en el INPI. Ofrecer franquicias sin marca registrada no es solo ilegal: pone en riesgo al franquiciado y puede derivar en la nulidad del contrato.
¿Qué no puede hacer un franquiciante?
La ley establece límites claros para que ambas partes mantengan su independencia. El franquiciante NO puede:
- Tener control operativo sobre el negocio del franquiciado.
- Tomar decisiones laborales o administrativas por él.
- Garantizar resultados financieros. La rentabilidad no se asegura por contrato.
¿Cómo gana dinero una franquiciante?
Por lo general, los acuerdos de franquicia compromete tres tipos de pagos al franquiciante.
- Por derecho de uso de marca registrada.
- Por capacitación constante, suministro de equipos y/o servicios de asesoramiento empresarial.
- Regalías continuas o porcentaje de ventas que responden a las operaciones.
Responsabilidades en reclamos al consumidor
Si tenemos en cuenta el artículo 40 de la Ley de Defensa del Consumidor, aclara que todas las partes que intervienen en la cadena comercial pueden ser responsables ante un daño.
Esto significa que el franquiciante, aunque no haya intervenido directamente, puede verse afectado. Por tal motivo, un contrato debe prever mecanismos para limitar la responsabilidad y establecer claramente los roles de cada parte.
¿Dónde se regula esto?
– Capítulo 19 del Código Civil y Comercial, Libro tercero. Título 4. Capítulo 19: Art. 1512 a 1524
Conclusión
Por un lado, franquiciar tu marca puede ser una excelente forma de crecer, pero requiere planificación legal y comercial. No se trata solo de “que alguien más use tu nombre”. Es un modelo de negocios basado en estructura, compromiso y respaldo legal.
Si tu marca ya funciona, y tenes el deseo de expandirte con seguridad, empeza consolidando tu marca, tus derechos, documentar tus procesos y asesorarte con profesionales de la propiedad intelectual.
Por el otro, abrir una franquicia puede ser una forma inteligente de emprender con respaldo. Pero también es una relación contractual exigente, donde es clave entender cada compromiso antes de dar el paso.
Como franquiciado, vas a invertir tiempo, dinero y energía en un negocio que ya tiene reglas establecidas. Conocerlas desde el inicio te va a permitir operar con más seguridad, cuidar tu inversión y proyectar a largo plazo.
Una franquicia bien estructurada es una marca que crece, sin perder el control. Agenda tu consulta con nuestros profesionales en propiedad intelectual, y definí el contrato de franquicia que mejor se adecua a tus necesidades.
